Los graves hechos se remontan al año 2015, cuando una menor de 12 años de edad acudió al profesor de matemáticas de su colegio –ubicado en la comuna de San Clemente- para contarle que había sido víctima de abuso sexual por parte del padre de su mejor amiga.
Contrario a brindarle apoyo, como lo haría cualquier docente en ese contexto, el educador poco a poco envolvió a la niña, para luego -durante casi dos años mantener- relaciones sexuales con ella, hasta incluso convencerla que ambos tenían un supuesto romance.
Fue durante una reunión familiar que una prima de la víctima ocupó el teléfono de la menor, donde descubrió una serie de mensajes con alta connotación sexual entre la niña y el docente. Así, entonces, lo siguiente fue interrogar a la víctima, quien confesó que mantenía una relación sentimental con su profesor de matemáticas.
La investigación que realizó la fiscalía y la PDI de Talca estableció que tanto la niña como el profesor -de 62 años- se comunicaban constantemente vía Whatsapp –con 4 mil 800 mensajes exactamente- donde no solamente se mantenían en contacto, sino que también se enviaban fotos explícitas. Además, todos los actos sexuales se consumaban en el automóvil del docente, cuando llevaba a la niña hacia su casa. AUDIENCIA
El imputado estaba prófugo de la justicia. Fueron ocho meses que la PDI lo buscaba en su vivienda, pero sin éxito alguno. Fue en el Departamento de Administración de Educación Municipal (DAEM) de San Clemente, donde informaron a los detectives que el docente estaba con licencia médica.
En el intertanto, la PDI detuvo al padre de la amiga de la víctima, quien se encuentra también encarcelado, faltando el segundo imputado. Pero ayer sábado, el docente de matemáticas se entregó voluntariamente al Juzgado de Garantía de Talca y, durante la audiencia, se pudo conocer que el motivo de su desaparición fue una depresión severa, según apuntó su abogado defensor, Felipe Rojas.
Tras una serie de antecedentes entregados al tribunal por parte del fiscal, Carlos Altermatt, y la abogada querellante, Grace Salazar, se dieron cuenta de los resultados de los exámenes psicológicos, sexológicos, policiales, declaración de los testigos e información del Cibercrimen de la PDI que dieron cuenta del análisis de los teléfonos celulares de la víctima y del profesor de matemáticas.
Así ambas partes acusadoras exigieron la medida cautelar de prisión preventiva, mientras la defensa sostuvo que se trataba supuestamente de relaciones sexuales consentidas. Pero ello fue rebatido por el fiscal y la abogada querellante, así como también por parte del juez, Humberto Paiva, del Juzgado de Garantía da Talca.
“En el caso de menores de 14 años, siempre constituyen un delito de violación que, por otra parte, será invocado en calidad de reiterado. La penalidad probable que arriesga, en todo caso, sería superior a la del presidio menor en su grado máximo, pudiendo llegar, incluso, a penas bastante superiores por la reiteración de los hechos”, sostuvo el fiscal.
Por su parte, Grace Salazar refirió que “en el particular caso del imputado, era el profesor de matemáticas en la escuela donde la víctima cursaba séptimo y octavo básico. Hubo abusos reiterados. La pena que él arriesga es superior al presidio mayor en su grado medio, o sea, estaríamos hablando entre 10 años y un día a 15 años, aproximadamente, porque tiene reiteración en los hechos”.